Cada paso hacia tu transformación es un acto de amor propio.
Como en cualquier cirugía, existen riesgos, que incluyen infección, hematomas, cicatrices inadecuadas, reacciones a la anestesia y resultados insatisfactorios. No obstante, los riesgos se minimizan cuando el procedimiento es realizado por un cirujano certificado y en un ambiente adecuado.
No todas las personas son aptas para una cirugía plástica, sobre todo las personas que sufren problemas cardíacos o sufren algun tipo de enfermedad como la diabetes no controlada.
Dependiendo del tipo de cirugía, se puede utilizar anestesia general, sedación o anestesia local. El cirujano y el anestesiólogo decidirán cuál es la mejor opción según el procedimiento y las necesidades del paciente.
Generalmente, los pacientes pueden reanudar ejercicios suaves y caminar después de una o dos semanas, pero el ejercicio más intenso se suele permitir después de cuatro a seis semanas. Siempre es importante seguir las indicaciones del cirujano.
El dolor postoperatorio varía según el tipo de procedimiento y la tolerancia individual del paciente. Generalmente, los cirujanos prescriben analgésicos para controlar las molestias durante la fase de recuperación.
Antes de una cirugía plástica, es fundamental seguir las indicaciones del cirujano, que pueden incluir dejar de fumar, evitar ciertos medicamentos y preparar el hogar para la recuperación. También es importante acudir a una consulta previa donde se evalúa la salud general del paciente.
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